Una inolvidable experiencia.
Exactamente esa fue la sensacion que nos quedo despues de haber estado una semana en diciembre en esta casa. Con motivo de una boda de unos amigos celebrada en Ribeira, nos alojamos 11 personas, entre los que habia algunos niños, y para todos, pequeños y mayores, han sido unos dias perfectos.
A destacar la esmerada limpieza, dificil de encontrar en este tipo de alojamientos, el espacioso salon, donde cabiamos todos holgadamente, las comodas habitaciones con sus baños privados.. todo esta minuciosamente pensado para que el huesped se sienta como en casa.
Si a eso le añadimos laubicacion, el paisaje que se contempla desde sus ventanas, el cuidado del entorno y, comono, la amabilidad de Meli, con sus dulces caseros y su sonrisa y consejos, Tuvimos una estancia placentera y feliz, Absolutamente recomendable.
Carlota y Javier.